Ya está bien de escuchar a los gilipollas de siempre decir que los
yihadistas se inmolan porque Occidente invadió países en Oriente, porque
Occidente hizo esto y porque Occidente hizo lo otro. ¿Tendrán el gusto
los tertulianos expertos en todología, tan raudos ellos a la hora de
salir en pantalla diciendo necedades, de explicarnos entonces si el
atentado en Bagdad o en Pakistán es también porque Occidente es
perverso? ¿También Occidente es responsable del atentado en Lahore?
Ya
está bien de colectivizar todas las religiones bajo un mismo paraguas.
Ya está bien de decir que todas las religiones son igual de fanáticas.
No he visto a católicos, a hinduístas o a budistas inmolarse en un
aeropuerto o en una estación de metro para matar a decenas de personas
inocentes, igual que llevo sin ver un auto de fe de la Inquisición desde
1781. Solo lo hacen musulmanes fanatizados bajo el odio hacia
Occidente, hacia nuestras libertades y hacia nuestro modo de vida, y
cuyo sadismo compra en la actualidad el Daesh difundiendo la yihad a
través de Internet, como una mala rémora de la Edad Media a saltar en
pleno siglo XXI.
Ya está
bien de escuchar soplapolleces sobre la integración y de oír
barbaridades como las del eurodiputado Miguel Urbán, que afirman que los
chicos de Molenbeek se inmolan porque «no les queda otro remedio»,
cuando da la casualidad de que los yihadistas de los atentados en
Francia y Bélgica son 'personas' (sic) adictas a los entretenimientos
occidentales que disfrutan de una vida plena en nuestros países y de
repente sufren una radicalización 'exprés' a manos del Daesh. Según el
planteamiento de Urbán, ¿los que sufrimos el paro también hemos de
inmolarnos en una estación de tren? ¿Los que llevamos meses sin
encontrar trabajo tenemos que salir con un kalashnikov a la calle para
vengarnos de la sociedad? Querido Urbán, ¿por qué, en el caso de que
quieran matarse, pudiéndolo hacer tirándose desde un maldito puente o
saltando delante de un camión en una autopista, lo hacen matando a
víctimas inocentes?
Ya está bien de justificar al terrorismo. Ya
está bien del discurso simplista y buenista según el cual nos matan
porque hemos sido malos y nos lo merecemos. Ya está bien de intentar
meter en un mismo saco a todas las religiones cuando solo hay un
fenómeno yihadista en el islam. Ya está bien de colectivizar las
matanzas, de usarlas como arma política, de intentar sacar rédito
electoral tanto desde colectivos racistas que atacan a toda una
población como desde los grupúsculos 'hippies' que restan importancia al
asunto y pretenden acabar con la barbarie con ramos de flores y
cánticos espirituales. Ya está bien de darnos golpes de penitencia
mientras nos apuntan con un kalashnikov o nos explotan por los aires,
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Ya está bien de lanzar
piedras contra nuestro propio tejado.